jueves, febrero 15, 2007

–cal, argamasa y satén-

Decenio circular.

Abrir la ventana y encontrarte,

miles de letras te acogen en esta heredad sin luz.

Centenas de volteos

dan tus señales a mis ojos,

a mis imágenes,

a mis sentencias.

Milenarios giros.

Promete,

¡Oh Prometeo!

dejarte por aquí,

abandonarte por allí,

entregarte donde te lleven las palabras.

Permitidos remedios:

a) paralizar el tránsito planetario (fácil pero impracticable)

b) no leer jamás (permisible pero quimérico)

c) no prometer (inverosímil instinto)

d) cacarear y no poner huevo (válido pero inaceptable)

e) Aventurarse a navegar con estos zanguangos palabreros.

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MAR

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