Decenio circular.
Abrir la ventana y encontrarte,
miles de letras te acogen en esta heredad sin luz.
Centenas de volteos
dan tus señales a mis ojos,
a mis imágenes,
a mis sentencias.
Milenarios giros.
Promete,
¡Oh Prometeo!
dejarte por aquí,
abandonarte por allí,
entregarte donde te lleven las palabras.
Permitidos remedios:
a) paralizar el tránsito planetario (fácil pero impracticable)
b) no leer jamás (permisible pero quimérico)
c) no prometer (inverosímil instinto)
d) cacarear y no poner huevo (válido pero inaceptable)
e) Aventurarse a navegar con estos zanguangos palabreros.
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MAR
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